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Charlie Munger, el inversor multidisciplinar | LIBREMERCADO

Charlie Munger, el inversor multidisciplinar

Este martes fallecía a los 99 años Charles Thomas Munger, más conocido como Charlie Munger. El amigo y socio de Warren Buffett fue una pieza fundamental en el forjado del holding empresarial Berkshire Hathaway, que llegó a ser la mayor empresa no tecnológica del mundo y que capitaliza más de 784.000 millones de dólares. La mejor forma de homenajear su figura es repasar su increíble y fructífera vida, así como sus innumerables y valiosas enseñanzas, no solo para los inversores sino para cualquier ciudadano de a pie.

Munger nació en Omaha el 1 de enero de 1924. Era un genio y sus altas capacidades eran evidentes. Desde pequeño devoró libros e hizo del aprendizaje continuo, una de sus máximas. Lo consideraba una obligación moral. Estudió matemáticas en la Universidad de Michigan, aunque no terminó la licenciatura. Las prisas por avanzar y su curiosidad por otras disciplinas como la física o la meteorología, que estudió en el ejército, tuvieron la culpa. Posteriormente accedió a la prestigiosa Escuela de Derecho de Harvard, donde se graduó con honores. Munger ejerció la abogacía e incluso cofundó un despacho que aún existe hoy día. Casualidad de la vida, Buffett y Munger nacieron en la misma ciudad, pero no fue hasta 1959 que sus caminos se cruzaron. Buffett había oído hablar de él y unos inversores le había confiado su dinero porque les recordaba a Munger. ¿Era esto un halago o un insulto? Lo cierto es que congeniaron de maravilla desde el minuto uno y se produjo una conexión entre dos mentes única e irrepetibles que ha fructificado en unas rentabilidades estratosféricas.

A lo largo de 65 años de amistad, Munger moldeó e influyó en Buffett como ningún otro. Suya fue la contribución de cambiar la exitosa metodología de Graham de comprar empresas baratas sin importar su devenir futuro ni su calidad en favor de compañías de mayor calidad a precios razonables. Artículo de Pablo Martínez Bernal, responsable de Ventas para Iberia en Amiral Gestion.

Más allá de las contribuciones que Munger sin duda tuvo en el ámbito de la inversión, este polímata amante del conocimiento desarrolló (y puso en práctica) multitud de ideas valiosas. Munger ha popularizado un concepto tan importante como es el de los modelos mentales, que no son más que herramientas que tenemos almacenadas en nuestro cerebro en forma de píldoras o ideas que nos ayudan a comprender mejor la realidad. Para aquél que solo tiene un martillo, todo le parecen clavos. Cuantos más modelos mentales manejemos con soltura, más fácil nos será comprender la realidad y manejarnos en la complejidad y velocidad del mundo actual. Uno de los más importantes es el de darle la vuelta a los problemas para resolverlos. En vez de preguntarnos cómo tener éxito en la vida, es mejor preguntarse cómo fracasar y evitar todo lo que aparezca en dicha lista. La esencia del value investing, filosofía de inversión que tanto popularizaron Munger y Buffett, puede verse bajo este prisma: ¿cuál es la mejor forma de ganar dinero? No perdiéndolo.

Munger ha ejemplarizado como pocos lo que es llevar una vida estoica. Con 29 años se divorció de su primera mujer y con 31 enterraba a su hijo Teddy de leucemia. Entre el estigma social del divorcio, huérfilo y arruinado. Lejos de caer en la autocompasión y depresión, Munger salió fortalecido de todas estas experiencias. Más aún, con 52 años perdió un ojo tras una mala operación de cataratas y siguió con su vida como si nada. Sin duda, lo único más impresionante que su intelecto fueron sus acciones y disciplina. Incluso en sus últimos años, ya perdiendo la visión de su único ojo sin dudarlo ni un instante aprendió a leer en braille para poder seguir aprendiendo.

Para terminar, me atrevo a aglutinar algunas de sus mejores frases. Son oro puro:

  • "Recuerde que la reputación y la integridad son sus activos más valiosos, y pueden perderse en un santiamén".

  • "La envidia es un pecado realmente estúpido porque es el único en el que nunca podrías divertirte. Hay mucho dolor y nada de diversión.

  • "Nunca trabajes para alguien que no admires y al que no te quieras parecer."

  • "Solo hay un camino hacia la cima: el trabajo duro."

  • "Es notable cuánta ventaja a largo plazo ha obtenido la gente como nosotros por tratar sistemáticamente de no ser estúpidos, en lugar de tratar de ser muy inteligentes."

  • "Si sigues hábilmente el camino multidisciplinar, nunca desearás volver. Sería como cortarte las manos".

  • "La regla de hierro de la naturaleza es: Obtienes lo que recompensas. Si quieres que vengan hormigas, pon azúcar en el suelo".

  • "Pasa cada día intentando ser un poco más sabio de lo que eras cuando te despertaste. Cumple tus deberes fielmente y bien. Trabaja un centímetro cada vez, día a día. Al final, si vives lo suficiente, la mayoría de la gente tiene lo que se merece".

  • "Siempre digo que quiero saber dónde moriría para no ir nunca allí".

  • "Coge una idea sencilla y tómatela en serio".

Se va uno de los pensadores más originales y polifacéticos del último siglo, que fue capaz de realizar valiosas contribuciones en diferentes disciplinas, algo extraordinariamente raro hoy día. Ojalá haya más gente como Charlie Munger en el mundo. El mundo sería un poquito mejor. Todo es posible, basta con abrir un libro.

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